jueves, 22 de octubre de 2009

Madre-amante-Hija


El miedo, eso fue lo que sentí, pero no miedo de ese que sientes que un frio te recorre todo el cuerpo, era ese miedo de quedarse vacio y abandonado, de terminar exiliado en la oscuridad de tu casa solitaria. Desde aquél bofetón en el café de siempre no he vuelto a ver a Ella ni a Monica. Madre e hija desaparecieron del mapa. Por eso el miedo, me quedé solo o algo así.

Pero esta vez la soledad es distinta, esta llenando los rincones de mi casa con culpa, no quiero autodestruirme como otras veces. Sólo quiero no salir de mi casa, quiero estar encerrado aquí, casi preso, como si esa fuera mi forma de pagar. Porque tengo que pagar, eso creo, eso seria lo correcto, cometí un error grave, me acosté con la hija de mi amante... la hija de mi amante.... que fuerte suena al decirlo, suena más fuerte al escucharlo de la boca de tu amante, suena más fuerte al no oirlo de la hija de tu amante ¿se habrá enterado Monica de todo? ¿sabrá que cada mañana se acostaba en el piso frio de la cocina del hombre que semanas antes se acostaba con su madre?
Soy una bestia, lo asumo, creo que es la mejor forma de pagar... me voy a quedar solo.

- Te he dicho miles de veces, un par de whiskys y estas de vuelta otra vez o llama a Monica que venga a tu casa, no debe saber nada, sigue tirandotela en la cocina...no pasa nada, vamos hombre reacciona- Los caminos fáciles del Vomitivo no son opción en este castigo.

No sé que decir, ni que hacer. Pero si sé en que pensar. Monica, Monica, Monica, todo el dia da vueltas en mi cabeza su cuerpo desnudo bailando alrededer del mio, su pelo, su aroma. Creo que con aquella cacheta, Ella se mostró de otra forma, se mostró como madre y eso detonó lo que me negaba a aceptar... me estaba enamorando de Monica, la hija de dieciocho años de mi amante.

¿Soy culpable de algo? de idiotez seguramente, por no darme cuenta y terminar embobado por una chiquilla ¿tengo que pagar por algo? el crimen esta claro, destruirle la vida a mi amante y a su hija ¿posible solución? contener las ganas tremendas de ver a Monica y quedarme encerrado para siempre entre estas cuatro paredes....

Desconecté el teléfono, apagué mi celular, si golpean la puerta no abriré... espero poder seguir así.

domingo, 27 de septiembre de 2009

3-minutos-para-las-8


Cuando más crees que has superado algo, es cuando más notas que sigues sin superarlo.
Estaba en esa etapa, en la que creia que Ella era un simple recuerdo, y que Monica habia logrado sacármela de la cabeza. Hasta que sonó mi teléfono y me dijo con voz grave. Necesitamos conversar, a las ocho en el café de siempre. Me estremeci. Esta bien, nos vemos. Respondí, como si no quisiera hacerlo.
Faltan veinte minutos para las ocho y aún sigo sentado en el sillón, mirando como el segundero avanza implacable. No sé si seré capaz de moverme para llegar a nuestra cita.


Me siento ridículo, sentado solo a media luz en el sillón de un cuerpo que adorna el living de mi casa, vestido elegantemente. Vestido como para el primer encuentro, como si quisiera causar alguna impresión. Ella me conoce, sabe quien soy, seguramente se va reir al sentir mi perfume una cuadra antes de llegar al café. Me va mirar a la cara y me va decir. Pareces un adolecente, te bañaste en perfume y te pusiste tu mejor chaqueta. Y yo le voy a decir. Es que no pensé que me llamarias, depués de la última vez.... Y me interrumpirá con un beso y nos vamos a quedar así toda la noche, perdidos en un beso de reconciliación. Patético, estoy imaginando mi encuentro, inmóvil en el living de mi casa, estoy pensando en lo que será. Definitivamente no logro olvidarla.

-Te vas acordar de mi cuando vuelvas como un despojo de tu famosa cita. Anda, parate, encuentrate con Ella y date cuenta, entiende de una vez por todas que no vas a ser feliz nunca.
-Siempre tan esperanzador, por un día me doy la licencia de no escucharte y de mandarte al carajo...vomitivo de mierda

Faltan quince minutos y la imagen de Monica se me viene a la cabeza. La veo desnuda en mi cocina mirándome con ese rostro tan peculiar, tan cercano, tan extrañanamente conocido. Si no voy a la cita y no me encuentro con Ella, significará que me quedo con Monica, que de alguna forma la elijo o que de otra forma decido darle una oportunidad seria a lo nuestro.

-Esa es la mejor de las ideas, quedate en casa, duerme tranquilo y espera a que mañana Monica vuelva y quedate con ella.
-¿estas seguro? pero si Ella quiere volver a estar conmigo...-el yo práctico me da consejo.

Tengo diez minutos para llegar al café. Soy un hombre grande, ya no soy un chiquillo tengo que afrontar mis propios asuntos, no me puedo quedar aquí sentado, tengo que salir e ir a ese café y escuchar lo que Ella tenga que decirme.
Salgo sin darme una mirada al espejo, no soy tan pretencioso. El café de siempre, en el que la conocí, está a pocas cuadras, así que decido caminar, para así ocupar el tiempo que me queda. Como todos los dias a esta hora, la ciudad, casi vacia no significa nada para mi, es sólo un silencio interminable que se interrumpe por el ruido desagradabe de algún motor. La luz del dia se fue hace un rato y los postes dan algo de una luz amarilla que tampoco significa mucho para mi. Camino lento, algo nervioso. Miro mi reloj. Tres minutos para las ocho y Ella está sentada en la mesa de siempre, en el café de siempre. La observo a lo lejos y lo único en lo que pienso al verla es en Monica y esa idea me reconforta. Pensandolo bien. ¿Monica? ¿Por qué me recuerda a Monica?. Me acerco. cuando estoy justo frente a Ella, se pone de pie con el rostro rigido y con sus ojos clavados en los mios. Noto la hostilidad.

-¡ Que pretendes hijo de puta?- me grita y me quita el aliento de un bofeton que me desgarra el alma y el rostro al mismo tiempo.
-¿Que pas...-intento entender, pero su rabia y descontrol no se calman
-No te hagas el imbécil, ¿que pretendes acostándote con mi hija?-grita tan alto que parece que quiere que todo el país se entere.
Llora con ira, casi bestial.
El café esta vacio, un mozo curioso nos observa.
Yo perplejo no logro entender de qué rayos está hablando....¿su hija?

martes, 8 de septiembre de 2009

Vómito Nº 2


No es la primera vez que lo digo y que siento toda esta rabia. Me siento cansado de tener que vivir en su cabeza, de pronto secuestrado, maniatado, aminorado. Pero sé que soy el único capaz de decir la verdad, el único capaz de darse cuenta....esto se tiene que acabar, esa es mi sentencia...

Se va a terminar, porque a pesar de que siento un placer enorme por romper las reglas, por estar al filo de lo moralmente incorrecto, la felicidad que esta creando en Él, va a terminar transformándose en ese estupido amor que siempre termina rodeándolo, enloqueciéndolo y fianalmente matándolo de a poco y ¿quien termina aguantando el llanto, la perdida, el desamparo?... nosotros sus yos, y no hay palabras que escuche, siempre es lo mismo, siempre es igual, estoy asquiado de todo eso, podrido....

No me importa lo que digan , lo que piensen, lo que hagan esta decidido, lo de Monica se va a terminar, voy a hacer todo lo posible para que se termine, lo he hecho antes, y no voy a temblar para volver a hacerlo, se acaba...no va a volver a existir el amor nunca más en estos rincones, si nos tenemos que quedar solos lo haremos, pero más sufrimiento no, nunca más....
¿que más puedo hacer?, es la única alternativa, no hay posibilidades, las opciones se agotaron, soy el malo de esta historia y no tengo problemas para aceptarlo, pueden odiarme y desaprobarme, pero no hay otra voz más honesta que yo y seguramente sus vomitivos estaran de acuerdo conmigo, porque en el fondo soy el sistema de seguridad, la protección, la alarma, siempre alerta, autodefensa...

Lo de Monica se termina cuando yo lo decida, a menos que la verdad sea más fuerte y más capaz de terminar con esta relación sin sentido...es la verdad o yo, pero esto tiene sus dias contados...

desafiante y definitivo
el Yo Vomitivo....

jueves, 27 de agosto de 2009

Simpatica-Rutina


Justo en el punto de mi vida en que creía que ya nada podia sorprenderme y en que pensaba que no existía cosa en el mundo que me hiciera poner cara de ¡no lo puedo creer!, pasó que Monica soltó la más desconcertante revelación que jamás creí que escucharia.

Como todos los dias la rutina entre nosotros es la siguiente, como a eso de las siete de la mañana Monica toca el timbre de mi casa, y le abro, prepara el desayuno y antes que cualquiera de nosotros intente siquiera tomar un bocadillo estamos haciendo el amor como dos locos en el piso de la cocina. Luego de eso, ella toma sus cosas y se va. La veo aparecer en la noche a eso de las nueve, cuando vuelve a tocar el timbre de mi casa y sin mediar muchas palabras me conduce a la habitación donde nuevamente hacemos el amor como dos locos. Esta simpatica rutina se ha transformado en un hábito. Nunca he revelado mi edad, pero comprenderan que si tengo hábitos, es porque evidentemente no soy un chiquillo. Sólo diré que los veinte son un lindo recuerdo y que los cuarenta son una amenaza inminente. Volviendo al tema, ya estaba acostumbrado a que las cosas se dieran así y cada día que pasaba me acostumbraba más a que se fuera por la mañana y volviera por la tarde, por lo que las conversaciones entre nosotros eran bastante banales, muy domésticas, ya se imaginaran lo "domésticas" que eran. Pero de repente un dia sin previo aviso, la rutina se rompió y Monica no hizo lo de siempre, no me dejó desnudo y satisfecho en medio del frio piso de la cocina, si no que se quedó ahí, mirándome, sin decir nada.

Reconozco que no supe que decir, no estaba preparado para hacer algo más allá de lo clásico, ya advertí que estoy en la edad de las costumbres y que lo nuevo, es más un desafio al que no me quiero enfrentar. Asi que busqué la opinión de mis siempre amigables consejeros.

-cuéntale un cuento de esos en que eres el gran empresario, el ganador, el existoso y porqué elegiste ser un hombre de (censurado, el yo vomitivo revela mi edad) y que aún no se casa y y vive solo sin mascota...vamos un cuento, miente.
-pregúntale como se siente, que quiere de la vida, para donde va, de donde viene- el yo sensible tratando de conectarme con el alma de la femina que yace desnuda a mi lado.
-talvez algo le parecio mal, no digas nada hasta que ella se decida a hablarte, no metas más la pata- mi yo culpa buscando mi inseguridad
-nada, tranquilo, empieza con algo trivial, no sé ¿quien es?¿ su edad?- el yo desenvuelto dando en el clavo

Y ahí fue donde todo cambió, con ese dejo de soltura que me imprimí empezé a hablar de trivialidades, hasta que le pregunté su edad.
Me detengo en este momento, porque quiero que sepan que siempre he sido un hombre liberal, abierto de mente, pero hay ciertas cosas con la que nunca he tenido mucha simpatia, y lo que escuché después de preguntarle la edad me recordó uno de mis viejos mandamientos.

-Cumplí dieciocho, la semana pasada ¿por que?- lo dejó caer asi de simple, como si fuera tan simple, tan fácil. Dieciocho y yo mirandola con mi cara de ¡no lo puedo creer!.

Recordé mi regla de los diez años de diferencia y me fui al carajo, reconozco que con los dias he suavisado un poco la noticia y he empezado a inflar el pecho al pensar que una chica de 18 se siente atraida por este viejito (bueno ni tan viejo, solo más viejo que ella) y me he dejado llevar por ese aire juvenil que tiene Monica, pero estuve en shock por lo menos un dia.
Entró a la universidad hace poco, asi que por eso llega temprano a mi casa, luego se va a la facultad y vuelve cuando termina las clases en la noche. El dia que hablamos era feriado y no tuvo clases.

Nos pasamos un dia muy agradable hablando, me contó de su familia, sus viejos que no se llevan muy bien, su hermana chica que la tiene hasta las pelotas y la universidad que es una reverenda perdida de tiempo. Desde ese dia me siento como un chupasangres robándole esa juventud que yo perdí hace tantos años (ni tantos).
Hay dias en que quiero que sea feriado, para tenerla todo el día en mi casa, para sentirla, para tocarla, para verla joven y radiante, además de desnuda, caminando por mi casa. Pareciera que la conozco desde hace tanto, insisto que hay en Monica un no sé qué, que me hace necesitarla, aunque se que no la quiero como la quiero a Ella, pero sigo sintiendo que hay algo en esta niña que me recuerda los dias en que conoci el verdadero amor.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Desayuno-al-desnudo


llevo una semana tomando desayuno desnudo en la cocina, se tranformó en un ritual para nosotros y digo nosotros, porque Monica ha vuelto todos los dias a mi casa desde aquella mañana en que desperté sin saber quién diablos era.


Estaba tan aturdido por la resaca y tan enternecido por su desnudez en mi cocina que me dejé llevar y una cosa llevó a la otra. Monica me dijo su nombre y me preguntó en que lugar guardaba los sartenes. En aquel mueble, le indiqué y de alguna extraña forma mis yos se silenciaron y dejaron entrar en mi cabeza las palabras de Monica que se movía por mi cocina con delicadeza juvenil. Su pelo ondulado cubría uno de su pechos, mientras el otro bailaba mágico mientras cocinaba. Me lamenté al no recordar la noche anterior, porque su cuerpo maravilloso seguramente debió ser un disfrute para el mio. Se manejaba con total despreocupación, no le molestó en lo más mínimo que observara su cuerpo desnudo. A ratos interrumpía su monólogo, para sonreirme y yo la correspondía con el mismo gesto. Su presencia fue tan fuerte, que no me negé a mis instintos y me dieron ganas de saber o de recordar que era estar perdido en aquel cuerpo. No dije nada, me acerqué a ella y la cobrí con mi cuerpo, su piel se estremeció un segundo y al siguiente se dejó dominar. Como un loco exploré cada uno de sus rincones. Fue tal nuestra conexión que terminamos exhautos sobre el piso de la cocina. Mientras inmóvil agradecia a los dioses, Monica revisó su reloj. Me tengo que ir, vuelvo en la noche. Me dejó ahí, desnudo y extaciado en medio de mi cocina. No podia estar más cautivado.

Cada vez que Monica se va dejándome desnudo en la cocina, enfrento un día lleno de dudas, lleno de mis yos
- Y aqui vamos de vuelta, otra vez y otra vez, la misma historia. la triste historia del pobre infeliz que se acostrumbra a la compañia de alguien y termina enamorándose.- como siempre mi yo vomitivo viendo las cosas de manera "optimista".
-Esta es la oportunida de que te olvides de Ella, de sacarla de tu cabeza. un clavo saca a...- mi yo práctico intentando dar con la solución
-Te gusta, te esta gustando. Asúmelo hay algo de Monica que te cautiva. No nieges esas emociones- el yo sensible teniendo razón.

Tras una semana de estar con Monica compartiendo nuestros desayunos al desnudo. Hay algo en ella que me empieza a gustar. No logro saber que es lo que me atrae a ella, pero hay algo de familiar en su cuerpo, como si la conociera desde siempre. Y lo más extraño es que estando con Monica no recuerdo a Ella o no siento necesidad de recordarla y eso me preocupa, porque no se olvida en dos semanas a alguien que se quiso tanto.

Algo me gusta de Monica que no sé que es... talvez sea que representa una oportunidad o una salida... No, hay algo en ella, en su cuerpo, en su olor, en su maneras... Me da una tranquilidad conocida.

Suena el timbre, debe ser Monica.

Abro la puerta y por un segundo me parece ver a otra persona, pestañeo y es Monica. Se me eriza la piel. Ideas absurdas rondan mi mente. Me dejo guiar por su mano hasta la habitación y consigue sacarme los fantasmas de la mente...


lunes, 10 de agosto de 2009

Tengo una familia!


Esa tarde tomé un taxí y sin llorar partí directo a mi casa. En todo el camino no pensé en nada, podré ser un poco fria de pronto, pero lo único que puedo decir es que tengo una familia, hay alguien que me espera en casa. Tengo dos hijas, una de 18 y otra de 6 años, las amo y son lo más importante en mi vida.

Mi marido es una dulce, buen padre, amoroso, pero malo en la cama y por eso de repente. salgo a buscar amantes furtivos que logren darme lo que no consigo en mi habitación.

De alguna manera, cuando tomé el taxi y después de la decimoquinta pelea que tuvé con mi amante, por lo de siempre.

- ¡te amo! deja a tu marido. vente a vivir conmigo
- no puedo, eso no va a pasar nunca...¡entiende! tengo una familia...

Creia que lo único que estaba dejando atrás era un buen polvo y nada más, por lo menos así me pasaba con todos mis amantes, pero esta vez hubo algo más.

Cuando me bajé del taxi, justo en frente de mi casa, me acomodé la ropa, me puse el espantoso abrigo que llevo cuando hace frio y me quedé en silencio mirando esa hermosa casa de suburbio, en donde hace años puse todas mis esperanzas, mis sueños; donde deposité ese cheque de la "familia perfecta" que tantas veces vi el los rostros de mis padres.

Respiré hondo y tuve la imagen de ÉL haciendome el amor hasta el hastío y temblaron hasta mis más remotas particulas. Pero de pronto se abrió la puerta de la casa y la más pequeñas de mis hijas salió a mi encuentro. En su abrazo amoroso recordé con claridad que tengo una familia.

Entré a la casa y sonriente traté de seguir con mi vida.

Y digo... traté

martes, 4 de agosto de 2009

whi-s-key

Siento varios perfumes que se mezclan dentro de mi habitación. Son los aromas de los cuerpos que han desfilado por mi cama la última semana, y cuando digo cuerpos quiero decir que no han significado nada para mi, pero no porque no haya disfrutado de sus compañias, sino porque lamentablemente ninguno de eso cuerpos era el de Ella.

Desde que se fue lo único que he escuchado en mi cabeza ha sido las irritantes palabras de mi yo vomitivo, he sido dominado por ese ímpetu salvaje y autodestructivo, tan propio de él. Así que acompañado de una botella de whiskey he vuelto a esa época de mi vida que no me gusta recordar.
El día que Ella se fue, mi yo sensible intentó mandarme al carajo. Estuve al borde de las lágrimas y con el cuerpo estremecido. Pero la voz del yo vomitivo se impuso, me recordó los tiempos en que acompañado de mis amigos de parranda salía a recorrer los bares en busca de consuelo, asi que tomé el teléfono dispuesto a llamarlos. Fue ahí donde recordé sus nuevas vidas, todas llenas de familia y trabajo, y supe sin llamarlos que todos rechazarían mi propuesta. Por un instante reevalué mi situación y cuando estaba a punto de caer en el existencialismo más profundo, el más vil de todos afiló sus palabras.

-Que importa, vamos , no te vas a deprimir por esa bola de conformitas..todos casados...normales...aburridos. por lo menos tu puedes hacer de tu vida lo que quieras, puedes ser tú, sin tener que ser nada por otros... vamos por una botella y hagamos que se te olvide todo...
-es triste pensar que talvez me quedé atascado...que no logro avansar...
-vamos amigo mio... por que te vas a quedar atascado, son ellos los que se han atascado para siempre, ya vendrán llorando a tu puerta... que se han separado y se han quedado sin nada y tu vas a estar ahí, aún libre y joven para recordarles lo mejor de la vida... ¿y te deprimes?

Y lo peor de todo es que comenzaba a encontrarle razón. empezé a creer que de verdad estaba bien. Me armé de esa vieja valentía que tenía olvidada. Me tomé varios vasos de whiskey y salí.

Ya ni recuerdo cuantos fueron los bares que pisé. No sé con cuantas mujeres he estado en mi cama. No tengo idea si han sido muchas o pocas, ni sé siquiera si ha sido la misma todas estas noches. Perdí la cuenta de las botellas de whiskey que descansan vacias sobre la mesa de centro. Creo que volví a drogarme y ya no sé ni con qué. Lo peor de todo es que aun asi no logro olvidar aquel quizás que dejó arrastrándose tras su adiós.

-sigue evitando pensar en ella y las cosas van a ser peores después. si quieres estar mal deja fluir esa pena

El murmullo de mi yo sensible intenta salir a la luz, pero tengo tanta resaca que no soy capaz de tomarle atención.

Aturdido entre los aires de una semana destructiva y con la cabeza partida en dos, me levanto de la cama, otra vez desnudo, seguramente la última de mis amantes ya debe haber partido. No la recuerdo, demasiado licor seguramente como para hacerlo. Pongo algo de música, algo en portugues que no recuerdo haber tenido en mi playlist, pero me agrada, me tranquiliza. Busco algo de ropa, pero lo dejo, es mi casa y quiero andar en bolas, todo el dia, toda la vida. ¿soy yo o es el yo vomitivo?.

Entre medio de la música escucho el ruido de algo que se mueve en la cocina. Me preocupa la idea de que mi última amante pensara que podia hacerme el desayuno. No era esa la idea. Preparo el discurso amable con que solía despachar a mis amantes casuales de antaño.

Hay algo de curioso en lo que sucede a continuación.

Estoy desnudo en la puerta de mi cocina viendo como una hermosa mujer intenta preparar algo que no logro identificar. Me doy cuenta que no se percata de mi presencia y me detengo a pensar un segundo.
Después de todo estoy algo pasado para depachar a una mujer que ni siquiera recuerdo, pero que tiene la amabilidad de prepararme el desayuno, la dejo continuar...me duele tanto la cabeza que no alcanzo a entender las palabras del yo vomitivo

Se da cuenta que estoy observándola, me sonrie casi mágica. Me enternece su presencia... y "quizás"... ¿porqué no?...


miércoles, 22 de julio de 2009

bri-sa



La brecha que separaba su cuerpo del mio no era superior a un metro y medio. pero realmente parecia que estabamos en otro mundo. Distantes uno del otro.
Me quedé en silencio mirandola de pie al otro lado de la puerta, sólo el sonido caotico del exterior podía perturbar nuestra quietud. No voy a mentir, no intenté moverme un centimetro. Mi yo orgullo rompió la censura y se dedicó a taladrarme la cabeza

-Ni un centimetro. quedate ahí parado. no digas nada, que ella entre..ella se fue..que ella de el paso. tu no!.

La vi a los ojos y pude ver un abismo esparcirse detrás de ellos. Entre más la veia, más la desconocia. Incluso crei no reconocerla por un momento, hasta que vi a la brisa mover suavente su cabello color negro, ese ondear delicado me recordó la mañana en que la conoci sentada en un café del centro, leyendo una novela, cuyo titulo no logro recordar. Era Ella. Ella esperándome. no sé si me reconoció, pero era yo, al otro lado de la puerta. Esperando que recordara mi orgullo y se decidiera a entrar , para quedarse... para quedarse para siempre conmigo.

El tiempo era infinito en esos momentos. No teniamos, creo, idea de si era de dia, de noche. Sólo estabamos mirándonos en silencio, como si de esa forma nos dijeramos tantas cosas que no intentamos de decir antes.

-¿que mierda me pasó?
mis yos liberan sus voces y tratan de responderme
- eres un débil, un cobarde..clásico de ti/ el yo vomitivo
- muchos sentimientos / el yo sensible
- Tú eres la razón de todo esto / el yo culpa
- deja el drama y por favor come algo / el yo hambre
ninguna de sus respuestas me convence.

En fin, ella y yo no dejamos de mirarnos por un tiempo indeternminado. Hasta que su telefono sonó. lo sacó de su bolsillo, dijo dos palabras. Y sin dejar de mirarme habló tan claro como amanece en primavera:

- Era mi marido. Quizás no vuelva nunca más a tu casa.

Se dio la vuelta y dejando su cabello flotar en el aire por un milisegundo, desaparecio en la calle.

¿Que mierda me pasó?
Sigo preguntándomelo mientras me tomo un café en el mismo lugar donde la conoci.
La calle bulliciosa que rodea el café me ayuda a no escuchar a mis yos, mientras la única palabra que flota en mis pensamientos, es "quizás"...

a A. B.

domingo, 12 de julio de 2009

Vómito Nº1


Estoy cansado, enfermo, colérico, derrotado, angustiado, perdido, drogado....y todo lo que se les ocurra pensar de mi.

Estoy harto de ser la parte sincera, la voz parlante de un hombre endeble, de un pelele sin voz, incapaz de hacer o decir, sin complacer a los otros, por eso hablo y grito desde su interior de vez en cuando, para que se de cuenta el mundo que el vómito de su interior esta ahí presente, lúcido, preparado para todo, listo para cortar de raíz toda huella de empatia y cinismo que lo ha llevado a tener esta relación aburrida con Ella, la causante de tantos de sus desvelos. La causante de esos silencios que nos impone a nosotros, sus yos, los únicos capaces de hacerlo vivir.

Ya me cansé, tengo que estar callado mientras mira por la puerta esperando verla a los ojos, pero prometo que cuando se decida dejarme hablar, voy a actuar, voy a hacer que todo esto termine para siempre. No tengo remordimiento alguno, sé que soy la causa de todo, sé que soy la razón de que Ella se haya ido sin retorno... no me importa, porque nadie puede verme, nadie sabe de mi, salvo Él y yo. Somos más uno que dos o varios. Somos uno quiéralo o no. Censureme o no. Soy tan yo como Él.

Sigo ahogado entre sus lágrimas secas. Sigo pudriendome en esta habitación repugnante y silenciosa en que me tiene. No he podido hablar desde que Ella se fue, pero aunque no quiera sigo murmurando despacio, para que sepa que estoy ahí, alerta, preparado para emerger y soltar el vomito sobre quien se lo merezca y sobre quien no lo merezca también. soy su Vomito, soy su Yo maldito, el que más detesta,pero el que más sentido le da a su existencia pobre y sin sobresaltos.

Espero que sea ella tras la puerta, por que al menor de los descuidos renazco tan miserable como siempre, más celoso que nunca y destruyo todas sus ilusiones de volver con Ella, no la quiero aqui. Hay espacio para uno y ese soy Yo...

desgraciadamente asquiado

el YO vomitivo.....

martes, 7 de julio de 2009

hi-e-lo


Hay un algo a destrucción dentro de la habitación, como si cada particula de aire conspirara en mi contra. Llevo ya no sé cuantas horas sentado con la espalda apoyada en la puerta, esperando que se decida a volver. Todo parece confuso, ni siquiera las razones por las que se fue me parecen claras, mi yo culpa me recrimina sin piedad, me carcome la piel como si se tratara del peor de mis enemigos.

- ¡tu culpa!, ¡tu culpa!...
-¡dejame tranquilo!, ¡andate al carajo!
Intento alejarlo como sea, pero nada, me taladra justo detras de los ojos y se da vueltas por mi craneo como un visitante no deseado.

El único sonido que escucho es el de mis tripas, el yo hambre me implora que coma algo, por lo menos esa comida fria que quedó del dia en que Ella se perdió detras de la puerta. Pero mi yo culpa me tiene amarrado al suelo con grilletes. Me castiga, me mata de a poco.
Quisiera hablar con mi Yo, con ese primer yo, con la esencia, ese que le da origen a todos esos yos que me vuelven loco, pero esta tan escondido dentro de esa madeja de personalidades que es imposible encontrarlo, menos ahora, que estoy hambriento y somnoliento.
Lo único que quiero es escuchar el definitivo golpeteo de sus nudillos al otro lado de la puerta. Pero que sea Ella y no el cartero de hace un rato que llamó a la puerta y me hizo levantar raudo, para decepcionarme con su cara de enterrador "adecuado para la ocasión, pensé".
Me vuelvo loco

-tu culpa, tu culpa...

Y miro el techo , las paredes, mis manos y siento lágrimas secas recorrerme por dentro...!espera!
Sonido de pasos, mando a callar a mis yos y mis sentidos se ponen en alerta. Hay alguien afuera. Alguien espera silente. Escucho un latido, no sé si es mi corazón o el de la persona allá afuera, me pongo de pie sin ruidos, me quedo frente a la puerta, mirando como si pudiera traspasarla con la vista y pudiera ver del otro lado.
Escucho a mi yo optimista susurrarme, desobedeciendo el silencio que le impuse a mis yos.

-¡es ella, es ella!...¡abre la puerta!
-¡No! que espere a que toque!
mi yo orgullo gruñendo no sé de donde

Pero nadie toca, no quiero quedarme asi, con la duda...tomo la perilla y abro la puerta...un hielo me recorre la espalda...

viernes, 3 de julio de 2009

aro-ma!


Escuché las palabras salir de mi boca como un millón de pájaros negros y vi sus ojos ahogarse en un mar salado que le quemaba hasta el alma. No se detuvo para nada en mi rostro, no buscó lo que más adoraba de mi presencia. No quiso si quiera decirme esas palabras acompasadas que siempre terminan por detener las barbaries de mi inconsciente. Solo se dedicó a dejar salir de sus ojos esos torrentes desconocidos que no era capaz de identificar. Hablé en un segundo con mi yo sensible, pero no quiso responderme, me censuró sin miramientos y la voz odiosa de mi yo vomitivo seguía escuchándose como altavoces por entre mis dientes, rodeándola, mareándola; mientras seguía sin comportarse como simpre lo hacia.


-¿por qué no vuelve a ser como antes?

mi yo sensible negándose a responder.

-¿por qué? ¿por qué?


Nada.

La habitación de pronto se volvió oscura y sus ojos amenazaban con estallar. No sabia que hacer, pero mi voz seguia sin parecer mi propia voz. Se puso de pie y sin mirarme se cubrió con su abrigo gris, ese que tanto detesta, pero que usa a pesar de todo. Abrió la puerta y se largó sin cerrarla.

Mi yo vomitivo se calló por fin.

Cerré la puerta y sentí su aroma cubrir todo el lugar. Me quedé toda la noche sentado tras la puerta esperando escuchar el sonido de sus manos golpear suavemente, pero nada. Me quedé solo y mi yo sensible se negó a escucharme.

sábado, 27 de junio de 2009

in-movil!


Parado triste en medio una muchedumbre bulliciosa y ociosa, pensé en una de las razones de mi tristeza..el amor. Sumido más allá de lo normal en la melancolia, dialogué con ese yo interno alocado, que vomita de repente para adentro y me contamina entero. la conversación iba más o menos así..


-¿que te pasa?¿otra vez pa´la cagá?

-misero de mi o pobre infeliz

-¿por que?

-por lo de siempre...eso

-¿como triste por algo que eres incapaz de nombrar?

-a la mierda todo no quiero hablar más.


¡Error! porque cuando mi yo vomitivo se mete entre medio nada bueno puede resultar.

A mi lado, un par de viejas chismorreaban sobre un señor de apellido indigena, un vecino creo, bueno, no es importante.

Empezaba a hacer frio y parecia que por dentro la temperatura congelaba los rincones de un espacio vacio que hay entre mi pecho..una cavidad que nunca he entendido para que sirve.

Y otra vez mi yo vomitivo.


-triste, siempre triste, pareces vieja..

-bueno asi me siento ¿y? todo mal..


De repente una agitación me dió vueltas la cabeza. las viejas ya no susurraban más. El desastroso ruido matituino pareció quedarse inmovil por un segundo. Mi yo vomitivo se transformó en el yo mutis. Quedé perplejo ante una revelación.


-¿que es el amor?


Mi yo mutis claramente no respondia. Extrañé al odioso de mi yo vomitivo.


-un energia, un movimiento, un segundo...


Lo supe, estaba mal, distrido, mal humorado, entristecido; pero enamorado y no correspondido y eso no era tan malo como lo imaginaba. por que después de todo algo tenia sentido, algo tenia una razón de ser..la tristeza.


Descontrol de la media mañana volvió en gloria y majestad y me perdí en silencio entre la gente..


a E.J.